La Costa Azul tiene mucho que ofrecer. Bahías de ensueño, playas paradisíacas, zonas interiores y pueblos excepcionales, ciudades encantadoras… Admitámoslo, hay tanto que ver y hacer aquí que resulta difícil decidir qué lugares explorar. Para ayudarle, aquí tiene los pueblos más bonitos por descubrir.
Las ciudades más conocidas para visitar
De Cassis a Menton, la Costa Azul extiende sus maravillas a lo largo del Mediterráneo. Varias ciudades son famosas internacionalmente y bien merecen una visita.
Entre las más famosas se encuentra Saint-Tropez. Es el lugar predilecto de las estrellas internacionales en busca de fiesta, pero también de los amantes de los pueblos tradicionales. De hecho, la ciudad consigue combinar hábilmente el bling-bling con el encanto de un pequeño puerto pesquero provenzal. Podrá pasear y explorar las torres de Tropez, descubrir la auténtica tarta de Tropez que tanto gusta a los gourmets, descubrir una vista privilegiada del Mediterráneo subiendo a lo alto de la ciudadela, maravillarse con la riqueza de la cocina provenzal paseando por el mercado o pasar una velada desenfrenada en una de las famosas discotecas locales.
Niza es también una ciudad de visita obligada en la Costa Azul. Para empezar, alberga el aeropuerto. El Promenade des Anglais ya no es un secreto, con sus playas de guijarros y sus tumbonas azules. La Baie des Anges, el puerto, la Colline du Château, los restos arqueológicos de Cimiez, Mont-Boron o simplemente el mercado de Cours Saleya y Vieux-Nice seguro que le encantarán.
Cuando se piensa en la Costa Azul, se piensa en Cannes. Como capital del cine, el lujo y el glamour, Cannes es una visita obligada en cualquier estancia en la Costa Azul. Desde aquí, puede viajar a las islas Lérins, hacer un viaje en el tiempo explorando el barrio medieval de Le Suquet, holgazanear en la Croisette o maravillarse con el Parc forestier de la Croix des Gardes, conocido como el mayor bosque de mimosas de la Costa Azul.
Mónaco también es un lugar mágico en la Riviera. Su peñón, sus boutiques de lujo, su palacio principesco, su casino, sus jardines, su Gran Premio de Fórmula 1… ¡hay tanto que ver!
También merece la pena explorar Antibes y su península. Las murallas construidas por Vauban, el Fuerte Carré, el faro de la Garoupe, la playa de Salis y el Vieil-Antibes con su excepcional mercado provenzal deberían estar en su lista de cosas que ver.
Juan-les-Pins y Menton figuran también entre las ciudades más famosas de la Costa Azul. Al igual que Grasse, la capital del perfume, que le ofrece la posibilidad de explorar el interior salvaje sin olvidar las comodidades de una bonita y pequeña ciudad. Cree su propio perfume. Piérdase por las calles medievales. Despierte sus sentidos en los campos de flores de los alrededores.
Ciudades menos conocidas pero igualmente magníficas
¿Quiere ver más? Diríjase a Saint-Jean-Cap-Ferrat, con sus restos arqueológicos, su Villa Éphrussi y sus increíbles jardines, o su Villa Santo Sospir, decorada por Jean Cocteau. Su playa de arena y su bonito y pequeño puerto son dos de las visitas obligadas de la Costa Azul.
¿Dispone de un día entero para dedicar a un bonito pueblo de la Costa Azul? En primavera, Bormes-les-Mimosas le invita a relajarse bajo sus mimosas. También puede descubrir el Fuerte de Brégançon, relajarse en las playas más bonitas del Var (Favières, Estagnol o Cabasson) o pasear por un pueblo tradicional provenzal con sus casas que recuerdan a las cabañas provenzales, con sus tejados de tejas rosas y sus callejuelas llenas de flores.
La discreta ciudad de Hyères también merece una visita. Descubrirá el yacimiento arqueológico de Olbia, la Villa Noaille, visita obligada para los amantes del arte contemporáneo, y el sentier du Littoral, ideal para los excursionistas. La ciudad también puede recorrerse de noche para descubrir el observatorio Pic des Fées, una puerta al cielo y sus estrellas. El parque Olbius Riquier es un verdadero tesoro de verdor en el que relajarse.
¿Le gustan las playas salvajes? Entonces Cap d’Ail es el lugar para usted. No sólo podrá admirar las aguas turquesas de Plage Mala, sino que también podrá visitar las magníficas villas de la Belle Époque, explorar el Château des Terrasses o darse un festín de pescado fresco delicadamente cocinado en la terraza de uno de los restaurantes gourmet.
Théoule-sur-Mer es también un destino ideal para unas vacaciones de descubrimiento en la Costa Azul. La ciudad es una puerta de entrada al macizo del Esterel. También podrá admirar el castillo, la fuente de la Concrétion, el Palais des Bulles de Pierre Cardin y la residencia Aurélia con sus elegantes cariátides.
Desplazarse fácilmente para disfrutar de las maravillas de la Riviera
Para descubrir más fácilmente los distintos pueblos y ciudades de la Costa Azul, puede alquilar un coche a nivel local. O mejor aún, si no quiere cansarse al volante, reserve un chófer privado.
De este modo, podrá organizar su día de descubrimientos sin tener que esperar. Podrá viajar en un vehículo de alta gama y disfrutar del paisaje mientras pasa ante sus ojos.
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