¿Qué le parece un poco de frescor en pleno verano provenzal? Para disfrutar de 420 hectáreas de aguas cristalinas lejos de las aglomeraciones de la costa mediterránea, tiene que ir al lago de Saint-Cassien, en la región de Fayence, a 40 minutos en coche del aeropuerto de Niza, a 35 kilómetros de la Croisette y a 30 minutos de Fréjus y St Raphaël. Siga la guía para respirar aire puro y naturaleza.
Saint-Cassien, un paisaje extraordinario
Clasificada como la mayor masa de agua de la región de Estérel, la presa de Saint-Cassien se construyó en 1966 para satisfacer las necesidades de electricidad de los habitantes de los departamentos de Var y Alpes Marítimos occidentales. Paisaje natural notable, el lago está bordeado principalmente por coníferas, alcornoques y pinos marítimos y está clasificado como reserva biológica natural gracias a una infinidad de especies vegetales raras, entre ellas juncos, carrizos y caña de Provenza.
Como prueba, este lugar excepcional ha permitido descubrir un árbol raro en Francia, un falso alcornoque o Quercus crenata, una variedad híbrida entre el alcornoque y el roble peludo. Su forma esbelta, su corteza especialmente gruesa y sus hojas dentadas lo convierten en una de las especies más destacadas de nuestros más bellos bosques franceses.
Una excursión para maravillarse en familia
En su zona protegida denominada biotopo de Fondurane, un paraíso para la flora y la fauna, se pueden observar numerosas especies de aves, como la golondrina roja, somormujos, rascones de agua y garzas reales. El paseo, apto para toda la familia, le llevará durante 2 horas por senderos con paneles informativos sobre la fauna del lago y sus alrededores. No olvide llevar prismáticos para disfrutar del espectáculo de aves acuáticas desde el observatorio de aves.
Si desea una forma más interactiva de descubrir el paraje, sólo tiene que coger su teléfono móvil y descargarse la aplicación Pistes et Trésors, después inicie el recorrido Cap Nature en Fondurane. Doce estaciones temáticas con contenidos visuales y sonoros le revelarán el paraje de una forma diferente.
Como este magnífico lugar está clasificado como reserva natural, es importante respetarlo. Se ruega a todo el mundo que no tire papeles ni basura y que no abandone los senderos señalizados para evitar asustar a los batracios y otros cistudos.
En bicicleta e incluso a caballo
Si le interesa la idea de un paseo en bicicleta eléctrica, el lago de Saint-Cassien es para usted. Podrá pedalear por las tranquilas orillas del lago, donde las pistas están libres de piedras. La empresa de alquiler de bicicletas de montaña o VTC le proporcionará un casco, una mochila, una botella de agua, un mapa de la ruta y un GPS para un paseo de 2-3 horas. Para los ciclistas experimentados, hay muchas rutas para elegir, pero requieren una excelente condición física.
Por último, los aficionados a la equitación encontrarán algo a su medida. El centro ecuestre de Montauroux ofrece un paseo de 2 horas, accesible a partir de los 7 años y acompañado por un guía profesional diplomado en equitación.
Deportes acuáticos y actividades de aventura para una inmersión en la naturaleza
En cuanto a las actividades náuticas, todo está previsto. Como el lago es un centro de ocio, puede alquilar cualquier cosa que le permita pasear por el agua: un kayak, una canoa para explorar la zona libremente, un remo para nadar en los rincones más tranquilos e incluso un hidropedal. Para los más pequeños hay disponibles hinchables seguros.
Además de las actividades acuáticas, la base de Saint-Cassien ofrece juegos de aventura para todas las edades, búsquedas del tesoro, rallyes de aventura, búsquedas del tesoro variadas e incluso juegos de escape en plena naturaleza.
¿Y las actividades culturales?
El Pays de Fayence ofrece un panorama excepcional y la oportunidad de visitar 9 pueblos típicos provenzales: Bagnols-en-Forêt, Callian, Fayence, Mons, Tourrettes, Saint-Paul-en-Forêt, Seillans, Tanneron y Montauroux.
Este último, muy cerca del lago, rodeado de carpes y olivos, es un pueblo sorprendente cuyas casas antiguas se agrupan en torno a las ruinas de su fortaleza medieval. En Bagnols-en-Forêt, el museo arqueológico municipal presenta una colección de cerámica, piezas antiguas y una exposición sobre la historia del cultivo del corcho y el olivo. No se pierda Tourrettes y sus pintorescas callejuelas, Fayence y su torre-campanario coronada por un campanile o Seillans clasificado entre los pueblos más bonitos de Francia con sus pasajes abovedados, sus porches y sus fuentes. Por último, deténgase en los productores locales para descubrir las delicias de la región: higos, miel, aceite de oliva y trufas.
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